Suena el despertador de mi móvil. Son las cinco y media, a las seis de la mañana debo tomar dos pastas. Normalmente me desperezo, y sin levantarme, hago algunos los estiramientos últimamente aprendidos. Pero hoy, suena durante un minuto, y no me muevo, no me desperezo y me duermo. A las siete vuelve a sonar, debo tomar cuatro pastas y las dos que no tomé a las seis. Desde mi cama veo el reloj de pared, son las siete. Empiezo los estiramientos que tenía que haber hecho hora y media antes. - Qué raro, normalmente me despierto antes de que suene la melodía programada en el móvil. Con la inquietud de alguien que lleva un retraso de una hora y media, y con la curiosidad de cómo han quedado los resultados de las elecciones al Congreso y Senado de la República, me debato entre la ducha fría (aquí no hay calentador, no hace falta) y el repaso a la prensa nacional y local. Pedaleo, casi al estilo de Miguel Induráin (ja....ja ...ja), pedaleo en una bicicleta que n
