Volver y volver.

Con unos auriculares que ya pesan, seleccionado Andrea Bocelli, y a todo volumen, la paciencia se acaba. El cuerpo protesta. 6,30 horas sentado en un espacio reducido es demasiado tiempo. El cuerpo se agarrota, y se suma a la rigidez propia del Parkinson. Las piernas como salchichas.

A una altura de 39.000 metros, se nota el frio exterior, - 59 ºC. Cada asiento tiene disponible una mantita de viaje.

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